Bilbao consiguió reducir el año pasado los accidentes en sus calles y carreteras. En 2017 se produjeron en la ciudad 1.583 accidentes, un 1,64% menos que el año anterior, y solo hubo una persona fallecida frente el número de personas fallecidas se redujo a una frente a las cuatro del año 2016.

Comencemos aportando algunas cifras: en 2017 se produjeron 166 atropellos en Bilbao, un 9,29% menos que el año anterior. Durante el pasado año se sancionó a 6.738 vehículos por conducir a más velocidad de la permitida en la ciudad, tan solo un 0,13% del total de vehículos supervisados.

Es decir que en 2017 se produjeron menos accidentes en Bilbao, menos atropellos y menos víctimas de accidentes. Sin embargo, a pesar de que el balance de seguridad vial es positivo ante la reducción de estas cifras, y de que los accidentes de tráfico se han reducido en los últimos años, la intención anunciada como objetivo del Ayuntamiento de la ciudad es la de seguir trabajando para que el número de accidentes y de víctimas sea cero.

Tanto los accidentes de tráfico como el número de víctimas se han reducido en los últimos diez años de forma casi constante. En el año 2008 hubo 1.861 accidentes de tráfico con 4 fallecidos y en 2017 fueron 1.583 y una fallecida. En el año 2009 se produjeron 929 víctimas, en el 2016 se contabilizaron 821 víctimas y el año pasado fueron 814 víctimas.

Como en todas las ciudades españolas, las causas principales de estos accidentes se han debido al maniobrar al estacionar, distracciones de los conductores, no respetar la distancia de seguridad, pérdida de control del vehículo, no respetar cedas al paso, velocidad inadecuada o por influencia del alcohol. Más del 80% de los accidentes se han producido en vías rectas o intersecciones.

Casi el 20% de las personas detenidas o imputadas por delitos contra la seguridad vial involucrados en accidentes corresponden a la franja de edad entre los 26 y los 30 años, seguidos por la franja de edad entre los 19 y los 25 que representan el 16%. De las 431 pruebas de alcohol y drogas realizadas en los accidentes de tráfico, 114 resultaron positivas.

También es de destacar el descenso de las personas atropelladas, siendo de 166 el año pasado frente a las 183 del 2016. En cuanto a las edades de las personas atropelladas, la franja de edad que más atropellos ha sufrido el año pasado fue del grupo de 60 a 79 años. Los conductores fueron los responsables del 63,3% de los atropellos, la mayoría de las veces por no respetar la prioridad del peatón en los pasos de cebra. En el 36,7% restante, en los que los atropellos fueron responsabilidad de los peatones, la causa mayoritaria fue irrumpir en la calzada de manera indebida.

Bilbao cuenta con varias cabinas de radar fijo y un vehículo radar para controlar la velocidad en la ciudad. El año pasado se sancionaron a 6.738 vehículos por conducir a más velocidad de la permitida. Teniendo en cuenta que la Policía Municipal denunció a 6.738 vehículos de un total de 5.362.596 vehículos supervisados, solo un 0,13 % del total fueron sancionados por superar la velocidad permitida en la ciudad.

El año pasado han sido menos las sanciones impuestas que en el 2016, que llegaron a ser 8.024. Aun así, el ratio de vehículos sancionados es muy bajo, teniendo en cuenta el número de automóviles que se mueven al año por las diferentes vías de la ciudad.

Esta reducción de la siniestralidad en las calles de Bilbao no se debe a la casualidad, como demuestran las cifras, que demuestran un descenso consistente y prolongado en el tiempo. Y dos son las causas principales de esta constante mejoría, por un lado, las campañas de control y vigilancia de la policía municipal y por otro y no menos importante, los esfuerzos del Ayuntamiento para mejorar la concienciación y la seguridad vial de sus vecinos.

La Policía Municipal de Bilbao participa en la campaña de control y vigilancia, que se enmarca en el Plan Estratégico de Seguridad Vial y Movilidad Segura de Euskadi. Esta iniciativa pretende concienciar a los conductores de su responsabilidad al volante, con la intención de garantizar la seguridad vial. El año pasado se realizaron 37 campañas relacionadas con los atropellos, velocidad, consumo de Alcohol y drogas, documentación de los vehículos, cinturones de seguridad, transporte escolar y camiones, etc.

Dentro de esta iniciativa, el año pasado la Policía Municipal de Bilbao realizó cinco campañas de control de velocidad en las que Policía Municipal denunció un total de 1.404 vehículos _de los 727.400 controlados_, lo que supone un 0,19% del total. Otro ejemplo de campaña de control y vigilancia es el que hace referencia al control de los vehículos escolares. El año pasado se inspeccionaron 46 autobuses escolares, donde no se interpuso ninguna denuncia, lo que demuestra que, por lo general, los vehículos encargados del transporte escolar en la ciudad se encuentran en un estado correcto y cumplen con todas las normativas.

Otra de las campañas que se puso en marcha fue la consagrada a vigilar las distracciones al volante, causadas por uso del teléfono móvil y otros dispositivos electrónicos durante la conducción como los navegadores GPS. Y en este aspecto está claro que los conductores tienen un amplio recorrido de mejora, pues a pesar de las constantes llamadas para evitar estas distracciones, el año pasado se pusieron 23 denuncias por el uso del móvil al volante. Asimismo, se procedió a la sanción de 115 vehículos por llevar la ITV caducada y a otros 24 conductores más por no hacer uso del cinturón de seguridad.

Y la segunda pata de esta gran labor que realiza el Ayuntamiento de Bilbao es el Programa de Apoyo de Educación Vial en la escuela, desarrollado por la Policía Municipal de Bilbao en el que 5.241 personas participaron durante el pasado curso 2016-2017. 5.141 niños de 5º y 6º de primaria de la práctica totalidad de los 62 centros escolares bilbaínos, y 101 personas de centros y asociaciones de Educación Especial, recibieron una formación de 4 horas y media impartida por agentes de la policía local.

La actividad, dirigida especialmente a estudiantes de 10 a 12 años de edad, comienza con el traslado a las/os escolares y profesores en autobús hasta la pista de educación vial municipal, un trayecto durante el cual se trabaja de forma vivencial las actitudes viales seguras como pasajeros y peatones. Luego, la acción formativa se realiza en dos partes.

La primera, en el aula de las instalaciones municipales de Sarrikondo, donde se trabaja el contenido teórico, de una forma dinámica y participativa. Y en la segunda parte, de aplicación de conocimientos, fundamentalmente práctica y vivencial, se desarrollan técnicas de simulación y juegos de situación para que los escolares experimenten de forma directa las situaciones a las que se enfrentan a diario peatones, ciclistas y conductores de vehículos motorizados.

Como es evidente, este tipo de acciones de educación vial deben prolongarse en el tiempo para dar resultados efectivos. Y así lo ha hecho el Ayuntamiento bilbaíno, que desde 1993, se sumó al Programa de Apoyo de Educación Vial en las escuelas en Euskadi. Y desde entonces, hace ya 25 años, la guardia urbana desempeña una labor formativa continua para educar en valores, impartir conocimientos y desarrollar actitudes en el campo de la seguridad vial. De esta manera, los escolares que luego se convierten en peatones, ciclistas y conductores han adquirido conocimientos y buenas prácticas. Y todo esto en su conjunto consigue reducir accidentes y atropellos en el camino hacia la siniestralidad cero.

Diego Jalón